𝓜𝓪𝓷𝓮𝓳𝓸 𝓭𝓮 𝓮𝓶𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝔂 𝓜𝓪𝓷𝓮𝓳𝓸 𝓭𝓮 𝓽𝓮𝓷𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓮𝓼𝓽𝓻é𝓼
𝓜𝓪𝓷𝓮𝓳𝓸 𝓭𝓮 𝓮𝓶𝓸𝓬𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓼𝓮𝓷𝓽𝓲𝓶𝓲𝓮𝓷𝓽𝓸𝓼 𝔂 𝓜𝓪𝓷𝓮𝓳𝓸 𝓭𝓮 𝓽𝓮𝓷𝓼𝓲𝓸𝓷𝓮𝓼 𝔂 𝓮𝓼𝓽𝓻é𝓼
𝕄𝕒𝕟𝕖𝕛𝕠 𝕕𝕖 𝕖𝕞𝕠𝕔𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤 𝕪 𝕤𝕖𝕟𝕥𝕚𝕞𝕚𝕖𝕟𝕥𝕠𝕤
Esta habilidad propone aprender a navegar en el mundo de las emociones y los sentimientos, logrando una mayor sintonía con el propio mundo afectivo y el de las demás personas. Saber leer y comprender lo que comunican las emociones propias y las ajenas. Las emociones y sentimientos nos envían señales constantes que no siempre escuchamos. A veces no nos damos permiso para sentir, como si pensáramos que no tenemos derecho a experimentar miedo, tristeza o ira. Este es un ejemplo de cómo el mundo afectivo se puede ver distorsionado por prejuicios, temores y racionalizaciones.
Comprender mejor lo que
sentimos implica tanto escuchar lo que nos pasa por dentro, como atender al
contexto en el que nos sucede.
Identificar qué le pasa a nuestro cuerpo frente a las emociones, reconocer qué
nos pone en movimiento y qué nos paraliza. Tomar conciencia del efecto
contagio, propio del mundo emocional.
Algunos ejemplos del manejo de
emociones
Te compartimos algunos ejemplos en donde puedes
poner aprueba el manejo de tus emociones, y del por qué debes identificarlas
para evitar que los problemas se agraven:
·
Un accidente vehicular: cuando existe un choque entre el tráfico, podría ocasionar problemas
tanto para los involucrados y afectados. En estos casos es importante manejar
las emociones
·
Frente a una infidelidad: las personas suelen no manejar sus emociones cuando se encuentran
frente a una infidelidad de parte de su pareja, ya que suele ganar los celos o
el coraje
·
Frente a una agresión: ya sea física o verbalmente cuando alguien sale afectado respecto a
una agresión podría perder la cabeza.
·
Ante mucho estrés laboral: sabemos que todo el tiempo está el trabajo, pero con técnicas de
relajación y mindfulness podría mejorar esto y no perder la cabeza.
Ante cualquier situación cotidiana, ya sea laboral,
escolar e incluso amorosa podríamos no tener el control de tus emociones, al no
controlar podría ocasionar problemas ante los que quieres o para ti mismo.
𝕄𝕒𝕟𝕖𝕛𝕠 𝕕𝕖 𝕥𝕖𝕟𝕤𝕚𝕠𝕟𝕖𝕤 𝕪 𝕖𝕤𝕥𝕣é𝕤
Las
tensiones son inevitables en la vida de todas las personas. De hecho, todos los
seres vivos nos estresamos en determinadas circunstancias, y gracias a eso
disponemos de fuerzas adicionales cuando las necesitamos. El reto que
representan no consiste en evadir las tensiones, sino en aprender a afrontarlas
de manera constructiva, sin instalarse en un estado habitual de estrés;
aprender a estresarnos en forma aguda, ya a evitar que se convierta en crónico
o permanente. También, aprender a relacionarnos con las tensiones de manera
puntual.
Manejar unas y otras es aprender
a parar, a soltar cargas, a encontrar nuestros propios ritmos y prioridades.
Esta habilidad permite identificar las fuentes de tensión y estrés en la vida
cotidiana, saber reconocer sus distintas manifestaciones y encontrar vías para
eliminarlas o, al menos, contrarrestarlas de manera saludable.
𝕔𝕠𝕟𝕤𝕖𝕛𝕠𝕤 𝕡𝕒𝕣𝕒 𝕞𝕒𝕟𝕖𝕛𝕒𝕣𝕝𝕠
1. Establezca prioridades. Decidir qué cosas se deben hacer y qué cosas
pueden esperar y aprender a decir no a tareas nuevas si usted está abrumado(a).
2. Manténgase en contacto con personas que pueden
proporcionar apoyo emocional y de otra índole. Pida ayuda a los amigos, la familia y la
comunidad u organizaciones religiosas para reducir el estrés debido a
responsabilidades laborales o asuntos familiares, tal como el cuidado de un ser
querido.
3. Tómese tiempo para hacer actividades relajantes que
disfruta como leer, hacer yoga o
jardinería.
4. Evite pensar obsesivamente en los problemas. Enfóquese en lo que ha logrado, no en lo que
no ha podido hacer.
5. Haga ejercicio con regularidad. Una caminata moderada de solo 30 minutos por
día puede ayudar a levantarle el ánimo y reducir el estrés.
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